Ya hemos hablado en alguna ocasión de la salsa de almendras, perfecta para darle un toque diferente a tus platos. Hoy queremos enseñarte a preparar mantequilla de almendras casera. Es ideal para disfrutar de un tentempié o desayuno saludable si la untas en pan. ¿Lo mejor? Además de ser sencilla, solo necesitarás un ingrediente: almendras.
Elige las almendras
No todas las almendras valen para hacer la mantequilla. Al no llevar endulzantes, es importante que elijas unas de confianza para que sepas que todas son dulces. Como las que encontrarás en la página web de Almendras Toledanas. Al ser de producción propia, controlamos en todo momento la calidad del producto. Solo así podemos garantizar que no se mezclan almendras amargas. Aunque puedes comprar almendra molida, la mejor opción es usarla entera y cruda. De esta manera se conservan todas las propiedades de la almendra y su sabor es más intenso
Preparar mantequilla de almendras
Es posible encontrar mantequilla de almendras en casi cualquier supermercado. Sin embargo, la mayoría de las comerciales tienen conservantes y edulcorantes. Si la haces en casa, te aseguras de que sea más sana y de mayor calidad.
Como ya dijimos, para preparar la crema tan solo necesitas almendras crudas repeladas. ¡Así de sencillo! Con 600 gramos harás dos botes, que se conservarán bien en la nevera o en la despensa. Así, dedicando solo media hora podrás disfrutarla durante mucho tiempo.
Comienza precalentando el horno, arriba y abajo, a 180º. Una vez caliente, coloca las almendras en una bandeja con papel vegetal sin que se monten e introdúcelas en el horno. Deberás dejarlas unos diez minutos, moviéndolas de vez en cuando para un correcto horneado. Sabrás que están listas cuando las veas ligeramente doradas, pero, ¡ojo! Ten cuidado para que no se quemen.
También tienes la opción de tostarlas en una sartén, pero tardarás más tiempo y es más laborioso. Si prefieres hacerlo de esta manera, ponlas a fuego medio y no dejes de revolver hasta que veas que están tostadas.
Una vez que estén listas, deja que enfríen un poco e introdúcelas en un procesador de alimentos. Ve triturándolas poco a poco en tandas cortas y subiendo la velocidad progresivamente. De vez en cuando, es recomendable abrir el vaso y, con una espátula, despegar lo que haya quedado en las paredes.
Sabrás que están listas cuando veas que la crema de almendras tiene una textura suave y untuosa. Te quedará bastante líquida, pero espesará en cuanto enfríe un poco. Métela en tarros de cristal hermético y, ¡a disfrutar!
Cómo usar la mantequilla de almendras
Como ya dijimos, la mantequilla de almendras es perfecta para untar sobre una tostada, pero puedes usarla para muchas otras cosas. Queda perfecta acompañando a la fruta o mezclándola con un yogur. También sirve para preparar otras recetas, como un pastel, unas galletas o para rellenar cualquier bocado dulce.